La pasada semana se hizo pública la petición de creadores, artistas, intérpretes y
directores de cine europeos, en la que solicitaban que se excluyesen los servicios culturales del acuerdo de libre comercio entre la UE y los EE.UU (el "Transatlantic Trade and Investment Partnership"). Finalmente, y tras largas negociaciones, el Consejo acordó la exclusión del sector audiovisual de la negociación, otorgándole categoría de
excepción cultural.